Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

sábado, 2 de agosto de 2025

"Abierto por restauración" - La portada del Museo de Historia de Madrid

 


Dentro del programa “Abierto por Restauración” del Ayuntamiento de Madrid, te dan la oportunidad de visitar lugares que están siendo objeto de restauración y poder verlo muy de cerca mientras te están explicando en qué va a consistir la intervención.

En este caso están restaurando la portada del Museo de Historia de Madrid, lo que era el antiguo hospicio del Ave María y San Fernando.

Fue una visita de lo más curiosa porque primero te explican abajo la historia del edificio y sus avatares a lo largo del tiempo, anticipándote algo del trabajo que están realizando. Y luego te pasan el casco y así ataviada puedes subir 16 metros por el andamio para ver muy de cerca como lo hacen.

Fue en el puente de Santiago, tres días que se quedó Madrid medio vacío, y éramos seis personas en el grupo, en familia total. Nos tocó una guía que iban explicando de forma muy amena, y con mucho detalle.

La portada del Museo de Historia de Madrid es lo único que se conserva del antiguo edificio que a principios del siglo XX estaba prácticamente abandonado. Ha sufrido muchos cambios, pero la portada original de Pedro de Ribera se conserva, aunque con sus "sufrimientos".

Que si las palomas anidan por detrás de las figuras
y hay que esperar a que los nidos estén vacíos y luego llamar a un halconero para que deje al halcón unos días y así no vuelvan y puedan intervenir. Que es un retablo que está totalmente expuesto al clima de Madrid (“nueve meses de invierno y tres de infierno”), que si las burradas que se han hecho en algunas restauraciones anteriores…

En fin, que fue muy curiosa y muy instructiva la visita. Mereció mucho la pena.


 

 








 




jueves, 31 de julio de 2025

"Gabinete X" de Nuria Pérez - Reseña Literaria

 



"Oficialmente se consideran miembros de la generación X a los nacidos entre 1965 y 1980, xennials a los nacidos entre 1977 y 1983 y millennials a los nacidos entre 1981 y 1996"

"Steinbeck escribía exclusivamente a lápiz y siguiendo un método muy preciso. Cada mañana afilaba meticulosamente 24 lápices y los colocaba en un bote de madera con la punta hacia arriba. Cada uno le duraba solo cuatro o cinco líneas: en cuánto la punta se gastaba un poco, lo colocaba hacia abajo en una segunda caja. Cuando todos los lápices se habían gastado John hacía una pausa y los volvía a afilar. Algunos días podía llegar a usar cien. En el 2016 la fábrica Blackwing le dedicó uno de sus lápices en edición limitada. Lo llamaron, en honor a su ritual, Volumen 24."



Terminé de leer el libro “Gabinete X” de Nuria Pérez.

Me gusta cómo cuenta esta autora, su voz pausada, su forma de relacionar acontecimientos, a dónde te va llevando. Y me gusta como lo hace tanto en sus libros como en sus podcast, el de “Gabinete de Curiosidades” y el de “Meraki”. Lástima que no sea más fácil llegar hasta ellos.

Pero este libro del que os hablo, no es una novela. Es una especie de reflexión, a veces nostálgica y a veces curiosa, siempre instructiva, sobre la generación llamada “X”, o también la última generación “lenta” en la que me tengo que incluir. Es la que ocupa desde el 1965 hasta el 1980.

Me he sentido muy retratada en las sensaciones y en las emociones que quiere transmitir. Eran nuestros tiempos, los de las cartas, las cabinas de teléfono, esos en los que nada era tan inmediato como ahora.

En el libro nos habla de muchas películas, de directores de cine, de canciones, de los programas de esa televisión que cambiaba de blanco y negro a color, de los anuncios, de los objetos.

Hay citas que reconocemos inmediatamente y hay sobrevolando mientras lo lees la sensación de que sí, de que sabes de lo que habla.

No hay que perder de vista a Nuria Pérez, es una delicia lo que hace.


"Lo único que necesitamos para ser aceptados en el club de la infancia feliz son buenos recuerdos. Si entras en ese club, llevas contigo una tarjeta que te permite abrir, siempre que quieras, alguna de esas memorias. Eso es mucho mejor que llevar contigo un billete de lotería ganador. En los momentos en los que el entorno se vuelve hostil o cuando la morriña aprieta como un pantalón encogido, no hay dinero que alivie. Lo único que puede curarte es volver atrás y sentir que creciste en uno de esos lugares, que como diría Hunt S. Thompson, fue creado en un momento en el que Dios esta de buen humor."

martes, 29 de julio de 2025

Era la hora de la cena en Sabinosa


 

Como si las nubes hubieran olvidado una pegatina blanca sobre la roca negra, así apareció ante nuestros ojos Sabinosa, en la isla de El Hierro. 

Aquel pueblecito tan solitario y limpio. Tan coloreado de murales y memoriales. Tan salpicado de recuerdos en sus paredes: a la primera maestra, a su zapatero, a tantos. Tan ordenado. Tan vacío. 

Se me quedaron dentro las ganas de pasearlo despacio. De admirar sus rincones, de confundirme con sus vecinos, de intentar descubrir la vida que escondía y no se mostraba ante nuestros ojos. 

Era la hora de la cena en Sabinosa.

Quizá por eso nadie salió a recibirnos. 













martes, 22 de julio de 2025

Julio en Madrid

 



Alhajitas, tengo una pena... Entre unos y otros me tienen mi Madrid rotito del todo. Que vayas por donde vayas si no hay una zanja hay una valla y si no un socavón. Que esto es un no parar de obstáculos. Que parece que nos estamos entrenando para alguna prueba maratoniana. Que quieres coger el tren para llegar más rápido, toca arreglar la estación de Sol. Pero ¿arreglarla de qué, señores míos...?  si está muy centradita y muy bien. Que quieres bajar desde la Almudena a la calle Segovia por el camino más plano, pues no, porque te han colocado muy estratégicamente un par de vallas que a ver quién es el guapo que se las salta por el césped con todos los aspersores escupiendo agua en todas direcciones como si no hubiera un mañana. Que se te puede poner el pelo de churretoso y la ropa empapucha del todo, y eso si no te mata porque buena de resbalosa se pone la hierba con esa humedá... Total que te das media vuelta y pitando enfilas por la cuesta empinada y rompepiernas, sujetando con las puntitas de los dedos, las sandalias en esos diminutos escalones, que llegas abajo ya, de hacer fuerza para no caerte ni quedarte descalza, baldada del todo. Y como no puedes más con la vida, te dices, con los brazos en jarras, que hasta aquí llegué y ahora mismito, me pillo el primer bus, que a freír monas el calvario ese de andar nosecuántos pasos. Y ole. Pues de eso nada monada que te dice el luminoso que más de veinte minutos. Y chitón y a seguir caminando como está mandado. Un paso y otro paso y otro paso... hasta que se va viendo tu edificio cada vez más grande, más grande, que llego, que llego. Pero por si no fuera poco, además de los ademases, llegas a la oficina y solo un ascensor para todas las heroicas almas que hemos sido capaces de alcanzar la ansiada meta. ¡Un ascensor para todos los pobrecitos que conseguimos llegar a los tornos! porque debía ser que también tocaba arreglo ¿no? Que si me ponen delante al que ha mandado arreglar entero a Madrid en este mes juro que no sé ni que le hago, que no soy dueña ni de mis actos ni de mis pobres pies, esos trocitos de carne magullados con los que terminan mis piernas a esas alturas del día que acaba casi de comenzar.

 Así que, jasmíos, más no me puede cundir la odisea de ganarme el pan todos los santos días. Que no sé ni como me queda resuello para largar a los cuatro vientos lo que me ha costado, física y moralmente, llegar. Que no me dormí ¿eh? Que si hubiera sido eso, al menos mi cuerpo eso se llevaría. Que no, que encima de la madrugona y la caminata, fueron los saltos de vallas, las carreras para esquivar los aspersores, los cambios imprevistos de ruta sorteando los pájaros que te cagan encima y el google maps que no deja de dar vueltas medio loco y no responde. Y ya la guinda, los desaparecidos buses que dormitan en las cocheras en vez de estar por las calles recogiendo a todas las pobres princesas madrileñas que languidecen de pie derecho en las paradas. 

Tan derrotaíta estoy que no me da la vida ni para el blog ni para el bla. Así que un beso alhajitas. ¡Y abrigaos! Que los aires difíciles de los lugares cerrados son muy traicioneros. Claro que el de los lugares abiertos... Entre las moscas, mejor dicho, las hordas de moscas que hay para aburrir, que se ponen de pesaditas en verano... Y ¡los moscones! No sé ya ni que prefiero. 

¡Jasmíos! qué difícil es sobrevivir en Madrid en julio. Y mirad que yo por mi ciudad mato, como decía aquella... Pero que va a ser que ahora más que matar, como me descuide, caigo en el harakiri... Porque si todavía se hubieran ido ya todos, más holgaditos andaríamos, pero que no, que en julio aun están por aquí, aplastándote en el metro, colándose en las escaleras mecánicas, dando más calor. Por si no tuviéramos bastante. Y de otras cosas vale, pero de la calor aquello de "más vale que zozobre, que no fafalte", pues como que no.

¡Ay que penita! ¿Qué tendrá julio de bueno en Madrid? que no lo encuentro. 


jueves, 17 de julio de 2025

"Frankie" de J.M. Gutsch y Maxim Leo. Reseña literaria

 


Tengo fila en muchas etiquetas del blog, llega el verano, el calor, alguna que otra semana de vacaciones y nos desbaratamos. Y es cierto ¡bendito desbarate! si yo no lo discuto... Pero claro las aficiones se atrasan y hombre que se nos atrasen otras cosas, pero las aficiones... 

En fin, que yo os quería recomendar un libro que, a su vez, me recomendaron a mí: "Frankie" de dos autores alemanes: J.M. Gutsch y Maxim Leo. 

El narrador es el del título, Frankie, un gato callejero pero muy especial, que por esos azares de la vida acaba con un humano que no está pasando por el mejor de sus momentos. Y Frankie nos cuenta su vida, su relación, y la vida de ellos a partir de ese momento.

Es un libro original, con un narrador fresco, reflexivo, que piensa y sobre todo observa mucho. Un narrador entrañable. Qué personaje más acertado.

La novela no es muy larga, y además se lee muy bien porque su prosa es ágil, irónica y profunda a un mismo tiempo. Y creo que los autores han hecho un retrato de los gatos que es absolutamente creíble desde el primer momento cuando descubre a ese humano jugando un hilo y confiesa que a ellos, los gatos, también les gustan mucho los hilos... Y entre lo que cuenta francamente nuestro narrador atigrado y lo que tú te imaginas según sus palabras la verdad es que es una novela que cuenta muchísimo en pocas páginas y sobre todo que se disfruta mucho también. 

Ojalá todos encontráramos un Frankie con el que compartir la vida. 



domingo, 13 de julio de 2025

El anticiclón de las Azores

 



Yo soy de los que crecieron escuchando como se acercaba el anticiclón de las Azores. No había demasiadas opciones en la televisión y, aunque tú no prestaras atención, de fondo sonaba una voz contando el tiempo que se te colaba dentro. 

Vete tú a saber dónde estarían Las Azores. Un lugar muy lejano en medio de un océano. Un destino casi tan mítico con la muralla China o las pirámides de Egipto. 

Qué mal se me dio siempre la asignatura de geografía. Pero de algo sí estabas segura: de allí siempre llegaba el anticiclón. 

Lo bueno de crecer, algo bueno tenía que tener, es que vas colocando chinchetas en el mapa mundi de tu interior. Querrías llegar hasta todos aquellos lugares que tu mente infantil sintió tan remotos como mágicos. 

Lo bueno de crecer es darte cuenta de que la geografía no es tan difícil si posas los pies en el mapa. Si lo caminas hasta arrugarlo. Hasta que, como decía aquella preciosa canción, "ya no queden islas para naufragar".

Ah y no siempre hace un tiempo seco y soleado en Las Azores. 

Quizá lo del mítico anticiclón también era un poco mentira. 











miércoles, 9 de julio de 2025

"No tocarás" de Nuria Perez

 


Desde que escuché hablar de este libro, me entraron muchas ganas de leerlo. Me resultó atractivo. Y lo cierto es que lo he disfrutado mucho. 

El argumento nos habla de la historia de tres mujeres en tres momentos y lugares distintos. Tenemos por un lado la de Mary Hessler, jovencita y niñera, en el Londres del Siglo XIX. Tenemos la historia de Andrea, escritora española que vive también en Londres, pero en el de 1998 y, por último, tenemos la historia de Marta, mi preferida, una joven que vive en el Madrid, exactamente en el barrio de Chamberí, también en el mismo año que Adela. 

Claro, como era de esperar sus historias se van a terminar por entrelazar... Con lo cual tenemos varios narradores con su propio hilo argumental que corre hasta unirse con los demás.

Los temas que va a abordar la autora con ese argumento son el de la culpa, la salud mental, la búsqueda del amor, la identidad, las decisiones que no solo te afectan a ti... y hasta las casualidades. 

Es una lectura ágil gracias a su estructura saltarina entre personajes y ambientes. Y además, una lectura muy rica pues he aprendido varias cosas que no sabía como por ejemplo lo que cuenta sobre el edificio histórico Alexandra Palace de Londres durante la I Guerra Mundial. O me ha hecho fijarme en el cuadro "Clotilde con traje gris" de Sorolla, que yo desconocía, o la "aritmomanía" esa palabra que designa esa manía de ir contando todo por la calle. Y sobre todo lo del purgatorio del barco, que debería conocer, no lo sabía. 

La ambientación me ha parecido muy lograda. Los barrios de Madrid, sus museos que conozco, me he visto prácticamente allí. Y las relaciones que tienen los personajes, más allá de que te gusten más o menos, me han parecido muy creíbles. 

He leído esta novela durante unas cortas vacaciones, así que me lo he leído muy rápido y ha sido una lectura muy placentera, la verdad. Tengo ganas de echarle el diente a los libros anteriores de esta autora, que es la misma que tiene varios podcast en la radio ("Gabinete de Curiosidades", "Meraki"...), que también escucho con mucha atención porque me parecen de lo más ilustrativos. 

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